jueves, 26 de octubre de 2017

La Transdisciplinariedad

El siglo XX representó un momento histórico trascendental dentro de la ciencia y el conocimiento,  por un lado surgieron nuevas formas de interpretar los fenómenos del universo y la sociedad;  y por otra parte se derrumbaron postulados,  visiones,  dogmas y teorías en las cuales se  apoyaba el saber.  De allí que el siglo XXI inicie con la contundente crítica a la ciencia clásica que hicieran  corrientes como la postmodernidad,  la complejidad y la transdisciplinariedad.  En el presente texto se expone en términos generales la Teoría de la Transdisciplinariedad a través de un análisis fundamentado  en el libro “Manifiesto de la  Transdisciplinariedad”  de Basarab Nicolescu.
 La Transdisciplinariedad  es de reciente data por ello es  importante, para evitar confusión, aclarar los términos pluridisciplinariedad e interdisciplinariedad que surgieron en el siglo XX también con el propósito de integrar diversas disciplinas en la interpretación de los fenómenos a fin de romper con la limitada visión disciplinaria.  La pluridisciplinariedad consiste en analizar un objeto perteneciente a una disciplina desde disciplinas diferentes; de este modo la conclusión a la que se llegará al finalizar el estudio  se fundamenta en la interpretación  propia de la disciplina a la cual pertenece el objeto, pero incorporando los aportes del análisis  hecho con la visión de cada una de las otras disciplinas involucradas en el estudio.  En el caso de la interdisciplinariedad se integran  métodos de distintas disciplinas en el estudio de los fenómenos. 
 En cambio Transdisciplinariedad implica una nueva forma de ver el mundo  en la cual el conocimiento es uno solo y no dividido en disciplinas como lo dice Nicolescu “el prefijo trans lo indica,  lo que está a la vez entre las disciplinas,  a través de las diferentes disciplinas y más allá de toda disciplina” (p. 35).  Basarab Nicolescu reivindica que la transdisciplinariedad es la teoría adecuada para interpretar los fenómenos del mundo problematizado de los actuales tiempos.   Esta concepción surge luego de dos grandes revoluciones,  la Física Cuántica y la Informática;  la primera de estas representa una visión integral de la realidad,  la segunda la posibilidad de construir conocimiento colectivamente en escala global.
 Tanto la  cuántica  como la informática permiten superar  el determinismo propio de la ciencia moderna establecida por el positivismo heredado de la física clásica.  La ciencia moderna separa diametralmente al sujeto del objeto al circunscribir el conocimiento a leyes matemáticas universales producto de la experimentación que únicamente se reproducen cuando se cumplen de manera exacta dichos modelos experimentales predeterminados.  Inclusive el cientificismo  llegó a establecer modelos bajo los cuales se consideraba posible controlar el universo y predecir el futuro.
  Hoy la Física Cuántica rompe el criterio continuo de la física tradicional bajo el cual es posible identificando estados iniciales,  precisar la condición de un ente en un momento cualquiera.  Por el contrario la física cuántica irrumpe la continuidad con la existencia de la discontinuidad que según palabras del propio Nicolescu “entre dos puntos no hay nada,  ni objetos,  ni átomos,  ni moléculas…” (p. 13).  El criterio anterior da al traste con los tres axiomas que soportan la lógica clásica: a) Axioma de Identidad,  A es A;   b) Axioma de no contradicción A no es no- A; y  c) del tercer excluido,  no existe un tercer término T (T de “tercero incluido”) que es a la vez A y no  A.
  La física cuántica centra su cuestionamiento en el tercer axioma de la física clásica al señalar que si existe un tercer incluido el cual puede ser además A y no A;  para entender esto con mayor claridad vale la pena recurrir al siguiente ejemplo tomado del mismo Manifiesto de la Transdisciplinariedad “…(ejemplo: onda A y corpúsculo no –A).  El tercer dinamismo,  el de estado T,  se ejerce a otro nivel de realidad donde eso que parece como desunido (onda o corpúsculo),  es de hecho unido (quaton) y eso que parece como contradictorio es percibido como no contradictorio” (p. 24). En las ciencias sociales la importancia de la lógica del tercero incluido tiene mayor relevancia pues se asume que el sujeto investigador es el tercero incluido de quien es necesario apreciar los deseos,  anhelos e insatisfacciones en la construcción de conocimiento con el fin de hacer una mejor aproximación a la realidad, lo cual no es posible con la contraposición que plantea el positivismo entre sujeto y objeto.
              La teoría de la complejidad es un tercer factor que junto a la física cuántica y  la informática  quiebran con la visión tradicional del mundo.  Al combinarse los aportes de las revoluciones cuánticas e informática con la teoría de la complejidad se estructura definitivamente una forma de pensamiento que permite interpretar la realidad del mundo de una forma más integral y superar las limitaciones del pensamiento clásico.  El pensamiento complejo trasciende el modelo disciplinario positivista en el que una disciplina atiende solo lo que le corresponde a su área de conocimiento y todas las disciplinas se encuentran integradas en una pirámide cuya base la constituye la física.  La relación entre la complejidad y la transdisciplinariedad se evidencia en la concepción multidimensional del universo;   ambas teorías asumen que la realidad tiene múltiples dimensiones las cuales al relacionarse crean otras dimensiones.  Por ello la visión transdisciplinaria no cierra el conocimiento, más bien mantiene abierta la posibilidad de conocer en la misma medida que las dimensiones de la realidad se multiplican.
           Basarab justifica la pertinencia educativa de la transdisciplinariedad en el hecho que el siglo XXI es apertura a un  mundo nuevo en el cual la forma de aprender y conocer del siglo XX posee demasiadas limitaciones que impiden superar la decadencia en que se encuentra el género humano.  Para el mencionado autor educar en la actualidad implica reivindicar los cuatro pilares de la educación sugeridos por la “Comisión Internacional sobre la Educación del siglo XXI”  adscrita a la UNESCO en el informe Delors;  estos cuatro pilares de la nueva educación son: aprender a conocer,  aprender a hacer,  aprender a vivir juntos y aprender a ser.  Así se podrá construir un modelo educativo integral que responda a las realidades de cada espacio,  con la capacidad de adecuarse constantemente a la acelerada dinámica de la sociedad, comprometido con la atención de las necesidades humanas, que promueva una conciencia planetaria orientada a preservar  tanto de la naturaleza como la convivencia a la par de estimular una nueva manera de pensar.
Luego de leer lo anterior  se puede entender como los descubrimientos de la física cuántica y la revolución informática sirvieron a Basarab Nicolescu en la construcción de una nueva herramienta intelectual para dar explicación a diversos fenómenos del universo y la sociedad  que no pudieron ser aclarados por el modelo experimental tradicional de la física clásica.  Esta emergente visión transdisciplinaria integra disciplinas, pluridisciplinariedad e interdisciplinariedad en una teoría cuyos principales elementos son los diversos niveles de realidad,  la lógica del tercer incluido y la complejidad.  
Por.  Kamil Ansoleaga

2 comentarios:

jesusalbertoaraujo dijo...

Fantástico trabajo! Es importante su difusión. Cuenta con mi ayuda. Saludos!

Kamil Ansoleaga dijo...

Gracias hermano por tu respaldo, éxitos y feliz navidad